Enfermedad
Como seres humanos, nos encontramos en un proceso constante de cambio, sometidos a experiencias que nos plantean nuevos interrogantes, procesos y aprendizajes que nos transforman como individuos.
Como agente de desarrollo, la enfermedad nos habla tomando nuestro cuerpo como testigo de las emociones que experimentamos, nos ilustra con una imagen física aquello que tenemos que aprender, aquello que necesitamos para fomentar nuestro curso natural de desarrollo.
Escuchar la enfermedad, comprender lo que dice, nos permite abordar los interrogantes que nos plantea, entrando en contacto con la vis medicatrix naturae, es decir, las fuerzas curativas del propio organismo y, por ende, la posibilidad de incitarlas como recurso terapéutico, poniendonos en disposición de favorecer activamente el tratamiento médico y sobrellevar positivamente la dureza de ciertas intervenciones.