Agua de Mar
En 1905 René Quinton abre en Paris el 1º de una serie de dispensarios marinos que se extiende por toda la geografia francesa, Inglaterra y Egipto.
La gran aportación de Quinton, fue identificar que el agua de mar, rebajada a la isotonia , posee una composición química similar a la del plasma sanguíneo. El ser humano, es un auténtico acuario marino y para que la célula cumpla con su función encomendada, precisa de una nutrición orgánica biodisponible y alcalina, que le proporciona el agua de mar, y un optimo consumo de oxígeno.
Hace 600 millones de años, la 1ªcélula surgió del mar capacitada para generar la vida de todos los seres vivos y plantas del planeta. Cuando nuestras células reciben la información de vida contenida en la matriz original —el agua de mar— se restablece su actividad óptima para la vida, desencadenando el potencial para reparar o curar enfermedades, y prevenirlas.
En 1960 el biólogo marino Alister Hardy, experto en ecosistemas marinos, retoma la Hipótesis del simio acuático formulada por M. Westenhofer a principios de los 40. Respaldado por sus estudios de disecciones de mamiferos acuáticos en el ártico, advierte que la distribución de los acumulos de grasa adherida a la piel en los mamiferos acuáticos es la misma que en los humanos, y como ellos, retenemos nuestra grasa durante todo el año, no la capa de grasa estacional propia de los mamiferos terrestres. El gran cerebro humano, como escribió décadas más tarde el fisiólogo Stephen C. Cunnane, es enormemente costoso energéticamente y requiere de aportes específicos de ácidos grasos y oligoelementos que se encuentran en mayor cantidad en el pescado y mariscos.